• 31 de octubre de 2024
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Los efectos de los nanoplásticos de poliestireno en mejillones

Los bivalvos, como el mejillón, son un grupo modelo para indagar en su incorporación y consecuencias en especies marinas debido a los volúmenes de agua de mar que filtran y a su consumo, pudiendo jugar un importante rol en su transmisión a la cadena trófica. Se sabe que esas partículas de plástico son rápidamente depuradas por los bivalvos. Sin embargo, hay también evidencias de que esta depuración no es completa, y de que un 10% pasa a la especie”, indican los científicos del CSIC.

 

El grupo diseñó un estudio para conocer los efectos de nanoplásticos de poliestireno con diferentes tamaños (50 nm, 100 nm y 1 μm) en el sistema inmune del mejillón gallego (Mytilus galloprovincialis), así como su distribución en las diferentes partes de la especie.

 

Los científicos acometieron un estudio, in vitro e in vivo, para dar respuesta a tres grandes preguntas: ¿Puede la función inmune de los mejillones verse afectada cuando estos organismos se exponen a nanoplásticos? ¿Podrían estos trastocar el nivel celular del sistema inmune, afectando a las principales funciones de los hemocitos, células que juegan un papel clave dicho sistema? ¿Cuál sería el principal mecanismo del sistema inmune del mejillón para enfrentarse a la infección y exposición a esos plásticos?

 

En primer lugar, se describió la distribución de nanoplásticos de poliestireno en diferentes tejidos del mejillón, observándose que, en general, la mayoría de las partículas se hallan en la glándula digestiva, mientras que su número disminuye en el tejido muscular y branquias.

 

“Su presencia en el tejido muscular parece ser una característica que ocurre a nivel de nanoescala, por lo que se puede interpretar que los nanoplásticos son capaces de cruzar la membrana epitelial, la membrana celular y finalmente translocar en células. A ello se une que su translocación en hemocitos podría incrementar la duración de los tiempos de resilencia, la absorción por órganos vitales y el efecto no deseado en la especie”, señala la Dra. Marta Sendra.

 

Tras conocer a través del estudio que los nanoplásticos son internacionalizados por los tejidos del mejillón, translocados a la hemolinfa e incorporados por los hemocitos, se determinó su influencia en la motilidad, es decir, de habilidad de moverse espontánea e independientemente, de los hemocitos, células adherentes con la capacidad de infiltrarse en los tejidos y migrar a zonas infectadas y dañadas.


En segundo lugar, se detectó la una translocación más rápida de nanoplásticos de poliestireno a la hemolinfa después de tres horas de exposición de la especie a las partículas. Los resultados revelaron que la actividad de los hemocitos fue más alta bajo exposiciones a nanoplásticos de 50 nm, mientras que su velocidad y distancia acumulada disminuyó cuando las células fueron expuestas a 1 um. Además, se observó que, debido a la resilencia de los hemocitos bajo una exposición aguda a nanoplásticos seguida de una infección bacteriana, éstos fueron capaces de hacer frente a la infección recuperando su capacidad fagocítica.

Fuente: DICYT