Un extraño latido cósmico de rayos gamma
Unos científicos han detectado un misterioso “latido” de rayos gamma que proviene de una nube de gas cósmica. La discreta nube, situada en la constelación de Aquila, late al ritmo de un agujero negro vecino, lo que indica una conexión entre los dos objetos, como informa el equipo dirigido por el becario de DESY Humboldt Jian Li y el profesor ICREA Diego F. Torres del Instituto de Ciencias Espaciales (IEEC-CSIC) en la revista Nature Astronomy. La forma en que el agujero negro impulsa el latido de los rayos gamma de la nube a una distancia de unos 100 años luz sigue siendo enigmática. El equipo de investigación, compuesto por científicos de Alemania, España, China y los EE.UU., analizó rigurosamente más de diez años de datos del telescopio espacial de rayos gamma Fermi de la NASA, observando un denominado microcuásar. El sistema catalogado como SS 433 está situado a unos 15.000 años luz en la Vía Láctea y consiste en una estrella gigante con unas 30 veces la masa de nuestro Sol y un agujero negro con unas 10 a 20 masas solares. Los dos objetos orbitan entre sí con un período de 13 días, con el agujero negro succionando materia de la estrella gigante. "Este material se acumula en un disco de acreción antes de caer en el agujero negro, como el agua en el remolino sobre el desagüe de una bañera", explica Li. "Sin embargo, una parte de esa materia no cae por el desagüe sino que sale a gran velocidad en dos chorros estrechos en direcciones opuestas por encima y por debajo del disco de acreción giratorio". Este escenario es conocido en galaxias activas llamadas cuásares, con monstruosos agujeros negros de millones de masas solares en sus centros, que disparan chorros de decenas de miles de años luz hacia el cosmos. Como la SS 433 parece una versión reducida de estos cuásares, se le ha denominado microcuásar. Las partículas de alta velocidad y los campos magnéticos ultra fuertes del chorro producen rayos X y rayos gamma. "El disco de acreción no se encuentra exactamente en el plano de la órbita de los dos objetos. Tiene un movimiento de precesión, como un trompo que se ha colocado inclinado sobre una mesa", dice Torres. "Como consecuencia, los dos chorros giran en espiral hacia el espacio circundante, en lugar de formar una línea recta".
Fuente: NCYT