La perspectiva macroeconómica de México frente al COVID-19
De acuerdo con Open Table, tan solo en el sector restaurantero en los casos de Reino Unido, Estados Unidos, Irlanda, Alemania y Canadá las caídas han oscilado entre 82% y 94%, al mismo tiempo que se espera una caída de entre 12% y 14% en el sector turístico, poniendo en riesgo 50 millones de empleos a nivel global. En el caso de México esto propone un gran reto en una economía donde el turismo representa el 9% de su PIB. Aunado a ello, está la caída de alrededor del 30% en los precios del petróleo, fuente histórica de ingresos públicos, así como la estrepitosa caída de los mercados bursátiles, donde tan sólo en el caso del índice Dow Jones los niveles de pérdida aún con las ganancias acumuladas le hicieron regresar a su estado inicial en el comienzo de la administración Trump, y entre muchas otras cosas a esto habría que añadirle la pronunciada devaluación del peso mexicano que venía oscilando en niveles de entre 18.5 y 20 pesos por dólar hasta escalar a los casi 25 pesos por dólar.
De acuerdo con diferentes instituciones financieras se espera que el impacto sobre la economía mexicana oscile entre una caída de 5.8%, de acuerdo con Scotiabank, en contraste con la expectativa de Monex que propone un 0.8% de crecimiento, recalcando que estos pronósticos seguirán ajustándose dependiendo de la evolución de la pandemia y sus efectos. Lo que es cierto es que en la era reciente de México en 1983, 1986, 1995, 2001, 2009 y 2019 el país ha experimentado tasas de crecimiento del PIB negativos, la gran pregunta que emerge ahora es, si en 2009 la economía de nuestro principal socio y vecino del norte cayó en un 2.5% y la nuestra tuvo una caída de 5.3%, ¿qué podemos esperar ahora que la expectativa de crecimiento para el vecino del norte se sitúa en un -3.8%?
Pero una cosa deber ser cierta, más allá de buscar y enfocar la energía en el pesimismo, es momento de ser innovadores y emprendedores, y de buscar la solidaridad y la cooperación entre los diferentes actores de nuestro país: sociedad, sector privado, gobierno, etcétera. Si bien en otros países se han ya destinado paquetes económicos de ayuda, o hay casos donde los bancos han comenzado a dar prórrogas sobre deuda contraída, o por su parte los consumidores han mostrado apoyo a prestadores de servicios, entre otros, todo ello nos deja ver casos de cómo todos unidos podemos sopesar y adentrarnos en el rol que nos toca y aportar para sobreponernos a esta enorme adversidad que se presenta. Por supuesto que hay y habrá afectaciones ligadas a la profundidad y duración de la pandemia, pero también es cierto que la resiliencia y energía de la sociedad en todo su conjunto, incluyendo autoridades de gobierno y sector privado, unidos y fortalecidos somos el canal principal que conducirá al camino en el que se retome la tendencia positiva de la actividad económica y restauración de la normalidad.
Fuente:TEC autor Raúl Montalvo economista