Descubren por primera vez una sustancia en la leche materna que contribuye al desarrollo neurológico
Un equipo de investigación de la Universidad de Huelva en colaboración con el Hospital de Riotinto ha aplicado un nuevo método de análisis en la leche materna con el que han identificado la presencia de una sustancia llamada selenoproteína P que interviene en la producción hormonal, en el sistema inmunitario y transporta selenio al cerebro. Su déficit se asocia a trastornos neurológicos y enfermedades como el alzhéimer o el párkinson. Hasta el momento, no se conocía con exactitud la cantidad de selenio y las formas químicas que adopta en la leche materna. Para ello, los expertos del grupo ‘Análisis Medioambiental y Bioanálisis’ han desarrollado un nuevo método de análisis que presentan en el artículo ‘A novel HPLC column switching method coupled to ICP-MS/QTOF for the first determination of selenoprotein P (SELENOP) in human breast milk’, publicado en la revista Food Chemistry. Con él cuantifican los niveles de los distintos compuestos que recibe el bebé, destacando la observación por primera vez de la selenoproteína P. Además, esta molécula, que se produce en el hígado, funciona como transportadora de selenio por vía plasmática a otros tejidos, por lo que es una buena indicadora de la cantidad de este mineral en el cuerpo. “El descubrimiento en la leche del selenio en forma de selenoproteína P abre diversas posibilidades de investigación sobre la influencia de la lactancia en el desarrollo neurológico del bebé, ya que su acción ha sido descrita en enfermedades como el alzhéimer”, afirma a la Fundación Descubre la investigadora de la Universidad de Huelva Tamara García Barrera, autora del artículo y directora del estudio. La transmisión de la selenoproteína P ya había sido estudiada durante el embarazo mediante el cordón umbilical y el líquido amniótico, pero se desconocía su presencia en la leche materna. Su deficiencia durante la gestación está asociada con aborto espontáneo, diabetes gestacional, parto prematuro y bajo crecimiento, entre otras complicaciones obstétricas.
Fuente: NCYT