Una planta exótica con potencialidad de biocombustible
Debajo de su atractiva apariencia y sus decenas de usos alimenticios y medicinales, la rosa mosqueta oculta una faceta menos beneficiosa: es una planta invasora, una plaga que produce dolores de cabeza a los ganaderos de la Patagonia ya que tienen que abrirse paso en el terreno para que el ganado pueda alimentarse y se mantenga la superficie de pastoreo natural. Además, esta planta atenta contra los mallines, humedales naturales de gran producción forrajera donde la vegetación y el suelo son un gran reservorio de agua y resultan fundamentales para la regulación hídrica de la zona.
Al buscar soluciones para controlar esta plaga y, a la vez, poder aprovechar su existencia, investigadores del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) y del Centro de Investigación y Extensión Forestal Andino Patagónico (CIEFAP), en Argentina, decidieron analizar la potencialidad de la rosa mosqueta como un biocombustible que genere nuevos empleos y contribuya al desarrollo económico y energético de la región.
Como parte del proyecto se estudiaron las propiedades físicas de la rosa mosqueta relacionadas con su comportamiento como biocombustible.
Fuente: NCYT