Diseñan nuevos imanes moleculares
Los imanes son componentes clave en los dispositivos de procesamiento y almacenamiento de datos, así como en múltiples objetos de uso cotidiano. Por ejemplo, se utilizan en los motores eléctricos de alimentación de la mayoría de los electrodomésticos, y son fundamentales en diversas energías renovables. Esa amplia utilización ha traído consigo un gran aumento de la demanda de nuevos materiales magnéticos.
En 2019, el valor del mercado global de los materiales magnéticos inorgánicos ascendía a un total de 19,5 billones de dolares, y se prevé que para el 2025 llegue hasta los 27,5 billones. Sin embargo, la mayoría de los imanes inorgánicos convencionales presentan algunos inconvenientes, como un alto consumo energético durante su fabricación (por ejemplo, en SmCo y AlNiCo) y acceso limitado a sus componentes esenciales (por ejemplo, imanes basados en lantánidos, NdFeB y SmCo). En ese sentido, en las tres últimas décadas se han desarrollado diferentes aspectos para superar dichas limitaciones y conseguir nuevos imanes. Uno de ellos se basa en el montaje racional de moléculas orgánicas baratas e iones metálicos que se encuentran en abundancia, pero hasta el momento no se han conseguido más que unos pocos imanes que funcionan a temperatura ambiente.
Fuente: NCYT